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lunes, 20 de enero de 2014

EL “NEW” PAUL

EL “NEW” PAUL
Paul McCartney tropieza con sus mismas piedras, melodías repetidas o mal resueltas, algunas canciones anodinas y ritmos facilones.

Después de Los Beatles, ninguno de los integrantes la tuvo fácil, porque la química resultante del cuarteto nunca pudo ser superada por lo hecho en solitario. Paul McCartney fue quizá el más prolífico y exitoso, ya que desde aquel 10 de abril de 1970 , fecha coincidente para el anuncio de la separación  de Los Beatles y el lanzamiento de su primer disco solista, Paul prácticamente no ha parado nunca. En la década de los 70 junto a su grupo Wings logró quizá sus mejores discos, basta recordar Band on the run, Venus and Mars y Wings ver América. Ya sin su grupo, la década de los 80 a Paul se le hizo cuesta arriba, como a la mayoría de los grandes del rock clásico, quienes tuvieron que adaptar peligrosamente su talento a las exigencias del sonido ochentero, muy tecno y bailable. Paul enfrentó entonces su peor época con discos desechables como Tug of war, Pipes of peace o el insufrible Press top play.


Consciente de que el talento no era suficiente, Paul entendió que debía buscar socios que motivaran o desafiaran su creatividad, de allí que, reunido con Elvis Costello al finalizar la década, volvió a editar un disco de altura, Flowers in the Dirt.
Los 90 representaron giros más interesantes, en discos desiguales, pero más atractivos y que de hecho lo pusieron nuevamente en la carretera, donde, claro, sólo interpretaba un hit del nuevo disco y todo su historial beatle y setentino.
Al finalizar la década decidió, como la había hecho John Lennon, rendirle un homenaje a sus raíces rockanroleras con un disco de sonido cincuentón, Run Devil Run, pero además siguió en su discutida incursión por la música clásica con dos discos. También editó sus poemas y sus pinturas que lograron una definitiva conclusión elogiosa en el mundo: "Paul es un gran músico”.


Afortunadamente en los 90 McCartney también comprendió que no se trataba de editar toda idea o bosquejo que se le ocurriese, entonces redujo sus  discos y comenzó a rodearse de nuevos productores, a quienes les dio la confianza y el permiso para que le dijeran qué servía y que debía terminar en el basurero, con ese mecanismo, en la década de 2000 editó sólo tres discos con mejores críticas, como el Chaos and Creation in the Backyard, que fue rápidamente incluido entre sus mejores discos, logrando figurar entre los 10 más vendidos  del Reino Unido y Estados Unidos.
En esta nueva década mostró su lado maduro y como un buen caballero de 70 años, rico y enamorado, editó un disco de clásicos del jazz llamado Kisses on the Bottom.


Y ha sido toda una sorpresa que en  2013 McCartney apareciera con un disco de material propio, después de seis años. New es precisamente lo nuevo de Paul, que sorpresivamente ha llegado a los primeros lugares  y de hecho logró treparse a varias encuestas de "mejores discos del año 2013”.

No ha sido casualidad, ni azar, Paul volvió a comprender que necesitaba oídos frescos para evaluar su material, tarea que esta vez encomendó a cuatro productores jóvenes, la mayoría de ellos famosos por haber colaborado con famosos y de haber producido discos de gran acogida en esta época de pocos discos y mucha canción descargada de la red. Entre los responsables del  New de Paul está Mark Ronson, premiado productor de Amy Winehouse, Duran Duran y Bruno Mars; también Paul Epworth, que se llevó todos los premios por su trabajo con Adelle; también está David Khane y un conocido de la familia, Giles Martin, el hijo del productor de Los Beatles, George Martin, que estuvo a cargo de la producción del disco Love de Los Beatles para el Circo del Sol.

New gusta y convence, primero porque Paul se divierte haciendo lo que sabe hacer, rock. Los productores han tenido la lucidez de dejar que realcen sus atributos clásicos sin necesidad de refabricarlo y lo han puesto en colchones sonoros contemporáneos que, sin duda, le dan frescura para seguir en la cancha, compitiendo con muchos que podrían ser sus nietos.

Con Paul a cargo de la mayoría de los instrumentos sobresalen temas como Road, con un sonido misterioso y seductor; el rockero Save us, que abre el disco; Queenie eyes, que bien podría incluirse en el Album Blanco de Los Beatles, o Apreciate, con un sonido muy contemporáneo.

Por supuesto, Paul tropieza con sus mismas piedras, melodías repetidas o mal resueltas, algunas canciones anodinas y ritmos facilones. Sin embargo, el título  New hace honor al disco porque trae al Paul de siempre con un "new” traje que le queda bien y logra que hasta los oídos más desencantados giren a escucharlo. La crítica ya ha colocado este disco dentro de los mejores de su discografía. Sin duda el zurdo aún tiene materia para ofrecer y en lo personal creo que ofrece un buen disco, muy por encima de varios discos de gran acogida en  2013. Después de todo es un beatle.


fuente:Sergio Calero
http://www.paginasiete.bo/cultura/2014/1/19/new-paul-11756.html

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